La educación ambiental es una profesión
Para la cual te especializas y te preparas. Convertirse en educador ambiental toma años de aprendizaje en la cuál se invierte tiempo y dinero en cursos o en la práctica.
Así como a los contadores que te ayudan en tus facturas, arquitectos que te han ayudado en el diseño de tu hogar, los docentes que te estuvieron educando o educan a tus hijos/sobrinos, a la modista que te ayuda a vestirte y demás les ha tomado prepararse y llegar a lo que son ahora. Realmente no somos tan diferentes en este aspecto.La educación ambiental está dentro del mercado
Según el informe “Facts and Factors”, el mercado mundial de la educación al aire libre tenía un valor de 538 600 millones USD en 2021 y se estima que crecerá a 1 110 630 millones USD para 2028.
En países como Estados Unidos y Canadá se reconoce al educador ambiental como empleado, puedes darte una vuelta en la página de Asociación Norteamericana para la Educación Ambiental y ver su sección de “empleos” para comprobarlo.
En México, un área donde se usa la educación ambiental es el ecoturismo, el cuál es un componente importante de la economía del país. En un caso de estudio en Yucatán se identificó que dos tercios de los visitantes que buscan actividades ecoturísticas son nacionales, es decir, el mismo mexicano paga para poder conocer la naturaleza de su propio país. (Ojeda, 2022)
Necesitamos trabajar y valorar estas áreas de oportunidad de desarrollo profesional y económico.“Pero, otras personas lo hacen gratis”
Algunas asociaciones no gubernamentales realizan actividades de educación ambiental gracias a donaciones o fondos que reciben de fundaciones. El personal con el que cuentan no hace este trabajo por amor al arte, hay dinero de por medio para pagar sus salarios y el material educativo necesario para ofrecer dichas actividades de forma gratuita. Además muchas ONG’s seleccionan un público al que quieren beneficiar, que generalmente es vulnerable (por escasos recursos, por racismo, por seguridad, etc.). En pocas palabras, no lo hacen gratis, les cuesta y por eso trabajan para recibir donaciones.
Sabemos que hay voluntarios que cuentan con el privilegio y los medios para ofrecer programas de educación ambiental gratuitos, no hay nada de malo con ellos, pero esto no significa que los demás que se dedican a esto tengan las mismas condiciones para poder realizar sus actividades gratuitas.
Hay que reconocer los diferentes contextos en los cuáles se ofrece la educación ambiental y respetar las razones por las cuáles unos cobran y otros no.Nuestra labor
Pétalos y miel busca posicionar la educación ambiental en el mercado, que se reconozcan y valoren estas actividades como lo que son: trabajo
Los educadores ambientales tienen derecho a un trato justo y un salario digno. Merecen que se valoren los años de experiencia en los temas que manejan y los conocimientos que han adquirido en ellos.
Esto no sólo nos beneficia a nosotros, también a nuestros compañeros que están en otros proyectos y a otras personas que se están preparando y sueñan con dedicarse a esta profesión en el futuro.
Así que, ¡a apoyar a tus educadores ambientales locales y nacionales!“¿Cómo puedo apoyarlos?”
- No regatear sus precios - Compartiendo con otras personas sus actividades (¡dales voz!) - Contratar sus servicios cuando te sea necesario (al César lo que es del César) - Recalcar la importancia de que estén aquí cada vez que alguien intente menospreciar su trabajo - Saludarlos cada que los veas :P